La vida es un regalo
Así hablaba Gustavo Almela a los alumnos de FP en el segundo taller formativo del programa «Conócete, Acéptate, Supérate«.
Más de 400 jóvenes escuchaban el impactante testimonio de Almela que solo tenía 21 años cuando se quedó tetrapléjico.
Un mal salto mientras esquiaba le luxó el cuello en el 89 y le causó una lesión medular que le dejó en silla de ruedas.
Con seis accidentes de moto a sus espaldas, un accidente deportivo y dos siniestros con el coche, Gustavo, Tavo, animaba a los chicos a ser conscientes de los riesgos a los que nos exponemos, muchas veces de manera innecesaria, «porque piensas que jamás te va a tocar a tí. Hacía locuras y no tenía percepción del riesgo», decía.
A pesar de sus circunstancias Gustavo, no solo ha ido adaptándose a ellas día a día, sino que ha conseguido superarse a sí mismo en muchas ocasiones a través de la actitud. Ejemplo de ello, fue alzarse con el campeonato de España de tenis de mesa a pesar de su tetraplejia. «La vida no termina en una silla de ruedas».
Sin duda un ejemplo de valor, superación y actitud positiva ante la vida, que para Almela no es otra cosa, sino un regalo.